El uso de las redes sociales es mundialmente aceptado y practicado. Sin embargo, ante el abuso que se hace de las mismas, la ciencia sigue estudiando los comportamientos adictivos que se generan en muchos casos.

Lo cierto es que las redes sociales, con su colorido, diseño amigable e instantaneidad, permite a muchas personas tapar problemas existenciales, como la angustia, la impotencia sobre aspectos no resueltos de su personalidad; y, muy claramente, al vacío y soledad en la que viven y que no logran canalizar ni encauzar de otra manera más saludable.

La falsa sensación de resultar interesante para los demás, camuflar tu imagen con filtros y agregados, y mostrar pequeñas partes de tu vida, a muchos les parece que es ser más transparente y accesible, cuando, en verdad, sucede todo lo contrario. Como en todo, bien utilizada la herramienta se convierte en algo fantástico; en tanto que, en el exceso, empiezan los problemas.

 
  • Primeros síntomas

Si tienes dependencia a las redes, padeces de algunas o todas estas deficiencias:

  • Bajan notablemente tus niveles de concentración y enfoque en las tareas;
  • Te dispersas casi continuamente.
  • Si no tienes el estrés asociado al vértigo de las redes, te sientes lento y fuera de ritmo.
  • Piensas que ese ritmo es el adecuado en la vida del mundo y de las personas exitosas, que, como tú, se la inventan para mostrarse en las redes.
  • No logras leer con eficacia, y empobreces tu lenguaje al utilizar abreviaturas, emoticones y otros recursos de esta tecnología.
  • También generan miedo o temor a los encuentros cara a cara, incluso aquellos que los mismos usuarios provocan para conocer nuevas relaciones amorosas, entre otro tipo de vínculos.

  • ¿Y qué pasa en el cerebro?

Desde la neurociencia está demostrado que el uso de las redes sociales provoca cambios en los neurotransmisores del cerebro, como la adrenalina, dopamina, serotonina, oxitocina y cortisol.

La adrenalina es la que se vincula con mayor agresividad, de allí que muchas veces las reacciones que se hacen en las redes son emocionalmente desproporcionadas. Si te ponen un “me gusta” aparentemente conquistas felicidad; si te dejan de seguir, te deprimes. Es ridículo, aunque así funciona en esta era.

La dopamina domina el centro del placer, ya que regula la motivación y el deseo y hace que repitamos conductas; aquí se explica el tema de la adicción que producen las redes. También la dopamina es lo que se mueve cuando se recibe un “like” en las redes sociales, con ese sutil efecto de satisfacción instantánea; y hasta con el aumento de la cantidad de seguidores que, supuestamente, estarían interesados por lo que comentas en las redes.

 

Por el lado de la serotonina, se sabe que es fundamental en la regulación del estado de ánimo, el comportamiento social, el apetito y la digestión, el sueño, la memoria, y el deseo y desempeño sexual. Por eso cuando se ve afectada dentro de un cuadro de dependencia de las redes sociales, las personas tienden a alterar su ritmo del sueño, comidas, suelen tener aislamiento social y hasta falta de deseo. También puede volver los comportamientos sociales hacia un carácter más introvertido y la prioridad de los intereses individuales frente a los de grupo.

La oxitocina es llamada también “molécula del amor” y se relaciona con patrones de conducta amorosa, sexual y maternal; influye en que las personas sientan que son más abiertas y sociales; ayuda a mejorar la confianza en uno mismo y a reaccionar ante los miedos y bloqueos. Por eso cuando ves una foto tierna, se despiertan emociones que, quizás, no reconoces en la vida real, y tiendes a adherir con tu “me gusta”. Aquí también aparece el “stalkeo”, que es perseguir y acosar a alguien en particular, buscando su aprobación… incluso si te bloquea: es una forma de llamar su atención.

El cortisol es asociado con el impacto del estrés que deteriora la salud, y en el caso de las redes sociales, tendría impacto en la fidelidad a las amistades. Por eso es que los vínculos virtuales son apenas un pálido reflejo de las experiencias reales de la vida de relación: es sólo una puesta en escena; una pintura; y en muy pocos casos, la realidad.

De esta forma, podrás darte cuenta que nada en las redes es tal como se lo presenta. Es una gran puesta en escena, al igual que la televisión y las películas. Quizás tu vida esté tan necesitada de aventuras y un guión interesante, que compras tu propia fórmula de aparente felicidad, dedicando gran caudal de tu energía diaria en personas conocidas, y, lo que es peor, en perfectos desconocidos que, además, no tienen registro acerca de ti. Piénsalo, enfoca tu energía, y elige qué quieres hacer con esto.

Algunas recomendaciones:

Si te ves en que te encuentras en una situación de Doomscrolling ( “te chutas” noticias o post uno detrás de otro haciendo scroll pasando horas frente a la pantalla del móvil ) te dejamos algunas recomendaciones para evitar estos comportamientos adictivos.

Acciones que puedes llevar a cabo para evitarlo:

  • Elige noticias de fuentes específicas, paga membresías o acude directamente a las aplicaciones de las fuentes.
  • Coloca un temporizador o alarma para determinar el tiempo que pasarás deslizándote en la web o leyendo noticias.
  • Busca sitios o aplicaciones que generen cuestiones positivas, sí ya sabes como alternativas saludables, de ejercicio, formas de recreación, de entrenamiento, etc.
  • Pasa menos tiempo al tanto de tus dispositivos móviles y conecta más con el exterior y el mundo real.
  • Determina un horario para mantenerte informado y no te sobreexpongas a las malas noticias.
  • Si tienes una personalidad ansiosa es muy probable seas más susceptible a caer en este ciclo, entonces tú debes estar más al pendiente.
  • Sé tremendamente selectivo con la información y sus fuentes.